21-02-2025
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Cuidado con el cristianismo de Trump

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En Estados Unidos religión y política caminan de la mano. El presidente toma posesión con la mano sobre la Biblia, la toma de posesión está saturada de expresiones religiosas, la canción de encumbramiento es el Gloria, Gloria, Aleluya, un discurso central corre a cargo de un pastor, pero eso no hace cristiano a un gobierno.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, exige a los cristianos estar muy atentos para ser luz sobre la tierra.

“Dios me salvó para volver a hacer a Estados Unidos grande”, dijo Donald Trump en su discurso al asumir de nuevo la presidencia, refiriéndose  al atentado en su contra en julio del año pasado en Pensilvania, del cual salió con una pequeña herida de arma de fuego.

Los cristianos debemos estar atentos frente a un presidente estadounidense con las características de Donald Trump. ¿Realmente Dios quiere que Trump haga grande a Estados Unidos? ¿Es el presidente Trump un hombre que refleja los valores con los que Jesús nos pidió dar testimonio?

Estamos ante el riesgo de que en Estados Unidos se constituya en un régimen en el que los ricos ejercen el poder desde un gobierno de Estado plutocrático, como le llamaban los griegos a un gobierno que funciona en connivencia con los sectores sociales acaudalados, un régimen de ricos que en lo que menos piensan es en actuar conforme a los valores cristianos.

Donald Trump ha hecho de la mentira una estrategia política, por lo que a los cristianos nos corresponde estar atentos para defender la verdad y animar a los fieles a no caer en la tentación de seguir un modelo de gobierno exitoso si éste tiene como base la mentira. 

Un día después de la toma de posesión de Donald Trump como presidente, se presentó durante un servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington como parte de las tradiciones del inicio de un nuevo gobierno. 

En dicho servicio, la obispa episcopal Mariann Edgar Budde le pidió de forma directa que tuviera piedad de aquellos que viven con miedo. Decenas de medios de comunicación han dado cuenta del miedo y zozobra en que viven millones de latinos que incluso han dejado vacías las calles de ciudades estadounidenses por temor de ser deportados. 

Donald Trump ha girado autorización de realizar redadas en hospitales, escuelas e iglesias que han servido de refugio a miles de latinos. La obispa episcopal hizo referencia a un comentario del republicano sobre haber sentido la “mano providencial de un Dios amoroso” cuando sobrevivió a un intento de asesinato. La obispa instó al presidente a mostrar compasión. Trump, presente en la ceremonia, expresó su disgusto por el sermón, calificándolo de poco emocionante. Su aliado, Elon Musk, también criticó a Budde, acusándola de haber adoptado una mentalidad progresista.

Los cristianos tenemos la misión de ser la voz profética actual, semejante a la de los profetas bíblicos que se destacaron por anunciar el Reino de Dios y denunciar con valentía, aún arriesgando sus vidas, todo aquello que contravenga la voluntad de Dios expresada en las escrituras.

Los cristianos debemos ser voz profética, es decir, una voz crítica que oriente a la sociedad aunque en ello nos expongamos a ser rechazados y marginados.

¿Quién más en estos tiempos podría tener la autoridad moral para decir “lo que hace el gobierno de Trump no es correcto, es inmoral, ese modelo de gobierno no es congruente con lo que Jesús propone”? Sólo los cristianos nos podemos levantar con esa voz que denuncia sin dejarse llevar por lo blanco de sus sepulcros. 

Los cristianos debemos tener siempre una palabra en defensa de la verdad, debemos ofrecer a la comunidad una palabra de esperanza, y una orientación sobre lo que es correcto y lo que no.

A diferencia de México donde existe una separación entre el poder religioso y el poder político, en Estados Unidos la religión y la política van de la mano. El presidente toma posesión con la mano sobre la Biblia, la toma de posesión está saturada de expresiones religiosas, la canción de encumbramiento es el Gloria, Gloria, Aleluya, un discurso central corre a cargo de un pastor, pero eso no hace cristiano a un gobierno.

Trump se ha mostrado como un hombre de fe, pero sus actos no son congruentes con la fe que dice profesar. Por eso los cristianos debemos estar atentos y señalar cuando haya momentos de hipocresía religiosa o un uso político de la religión.

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