Las deportaciones masivas llevadas a cabo por la administración de Donald Trump están erosionando el apoyo de los evangélicos, especialmente entre los latinos.
A pesar de la promesa de enfocarse sólo en criminales, las redadas han afectado a inmigrantes sin antecedentes delictivos y han invadido lugares de culto para arrestar inmigantes ilegales, lo que ha generado arrepentimiento entre algunos fieles que lo respaldaron en las elecciones, afirmó Lloyd Barba, profesor de Religión de la Universidad Amherst, en Massachusetts.
El impacto es mayor en la comunidad evangélica latina, que tradicionalmente ha tenido una postura más moderada en temas migratorios. Mientras que el 80% de los evangélicos blancos votaron por Trump, el apoyo entre los evangélicos latinos fue poco más del 50%.
Ahora, líderes cristianos como Gabriel Salguero han intensificado su defensa de los inmigrantes, denunciando que la política migratoria no se alinea con la supuesta prioridad de deportar sólo a criminales peligrosos.
Pastores y comunidades evangélicas están organizando estrategias para proteger a los indocumentados presionando por una reforma migratoria. Sin embargo, el clima político en Washington no es favorable, lo que deja a estos grupos en una lucha constante contra las deportaciones.
Muchos latinos que apoyaron a Trump ahora reconsideran su voto ante el temor y la incertidumbre que las redadas han generado en sus comunidades.