¿Alguna vez te has preguntado por qué estás aquí?
Quizá te has mirado al espejo y te has cuestionado: “¿Para qué fui creado? ¿Tengo algo especial para ofrecer al mundo?” Déjame decirte algo que tal vez no escuches todos los días: ¡Eres valioso, importante y parte de un plan eterno!
Dios no te creó por casualidad, ni eres “uno más” en la multitud. Él te pensó, te soñó y te formó con propósito.
Pero entonces… ¿cómo descubrir cuál es ese propósito? ¿Cómo saber cuál es tu misión en la vida?
1. ¿Cómo crees que te ve Dios? ¿Cómo te ves tú?
A veces, nos miramos con ojos críticos: “No soy lo suficientemente bueno”, “No soy tan talentoso como otros”, “No tengo nada especial”.
Pero Dios te ve diferente. Te ve como su hijo amado, como alguien con habilidades únicas. Mientras tú puedes enfocarte en tus defectos, Dios mira tu potencial.
La próxima vez que dudes de ti, recuerda que el Creador del universo te conoce por nombre y te llama su obra maestra (Efesios 2:10).
2. ¿Conoces tus talentos y dones? ¿Los usas?
Todos tenemos talentos. Quizá eres bueno para escuchar, para animar a otros, para crear, cantar, dibujar, liderar, enseñar, servir, etc.
A veces pensamos que solo los “grandes” talentos valen la pena, pero cada don que Dios te ha dado tiene un propósito.
Te animo a que te preguntes:
• ¿Qué cosas disfruto hacer y se me dan bien?
• ¿En qué me dicen los demás que soy bueno?
• ¿Cómo puedo usar eso para ayudar a otros y honrar a Dios?
Tal vez tu misión empieza por descubrir y poner en práctica esos dones.
3. ¿Qué metas tienes para tu vida? ¿Coinciden con los sueños de Dios para ti?
Quizá sueñas con una carrera, viajar, tener una familia, lograr cosas grandes. ¡Eso está bien! Pero no olvides preguntarte: ”¿Esto que deseo se alinea con lo que Dios quiere para mí?”
Cuando caminas con Dios y le preguntas por tu camino, Él te guía. A veces pondrá en tu corazón sueños aún más grandes de lo que habías imaginado, porque Él sabe para qué te creó.
Recuerda esto: Tu vida tiene propósito
No eres un accidente. Dios te creó para algo más grande de lo que piensas. Tal vez hoy no lo veas claro, pero paso a paso, si caminas con Él, descubrirás tu misión.
Antes de salir de la iglesia hoy, quiero que te lleves esto en el corazón:
• Eres valioso.
• Eres parte del plan de Dios.
• Tienes algo único que aportar al mundo.
• No estás solo, Dios camina contigo mientras descubres tu misión.
¿Listo para empezar a vivir con propósito?