En toda América Latina, las iglesias evangélicas han descubierto que evangelizar empieza –literalmente– en casa. Un matrimonio sólido resiste crisis, educa a los hijos en la fe y proyecta al vecindario un testimonio creíble del amor de Dios.
Por eso, desde retiros temáticos hasta cafés para parejas, congregaciones de distintos países invierten tiempo y creatividad en acompañar a esposos que quieren honrar aquel “sí” que pronunciaron en el altar.
Una de las experiencias más completas está en la Iglesia Cristiana Palabras de Vida (ICPV), en Santo Domingo, República Dominicana. Su Red de Matrimonios nació con una convicción sencilla: Jesús debe ser el centro de la relación conyugal. Guiada por un equipo pastoral y laico, la red ofrece un programa anual que combina formación bíblica, orientación práctica y espacios de amistad.
Cada tercer viernes del mes las parejas se reúnen para charlas, dinámicas y oración, mientras que en diciembre celebran un retiro intensivo donde abordan temas como comunicación, sexualidad y manejo de finanzas.
Una visión restauradora
El ministerio se define con tres verbos: sanar, capacitar y multiplicar. Primero, abre un “hospital del alma” para matrimonios afectados en lo físico, moral o espiritual; luego les entrega herramientas bíblicas y emocionales.
Finalmente anima a los matrimonios a mentorear a otras parejas. La meta es que los esposos “modelen a Cristo” en su entorno y contagien esperanza en toda la República Dominicana.
Temas que pocos se atreven a tocar
Las actividades no se quedan en la teoría. En los últimos meses la Red ha organizado noches románticas, la serie “Matrimonios a prueba de todo” y conferencias con especialistas, como la charla “¿Cómo mantener viva la pasión?”, impartida por la sexóloga cristiana Eva Nieves y abierta al público sin costo.
Al integrar la ciencia con la Palabra (Génesis 2:24; Efesios 5 y 1 Corintios 13), la iglesia demuestra que la fe puede dialogar con la psicología, la medicina y las artes para fortalecer el amor conyugal.
No están solos: un movimiento continental
El caso dominicano refleja una tendencia creciente. El Curso para Parejas de Alpha, adoptado por iglesias de más de 130 países y traducido a 45 idiomas, ofrece siete sesiones que tratan comunicación, perdón y vida sexual, y puede impartirse en templos o en línea.
En México, Costa Rica y Argentina –por citar tres ejemplos– congregaciones evangélicas lo usan como puerta de entrada para que vecinos sin fe descubran el diseño bíblico del matrimonio. Otros optan por retiros de fin de semana, mentorías uno a uno o “cenas de novios” para parejas recién comprometidas.
Lecciones para cualquier iglesia
- Fundamento bíblico claro. Toda dinámica parte de la Escritura: “cordón de tres dobleces” (Ecl 4:12) no es eslogan sino la convicción de que Dios sostiene la relación.
- Proceso continuo, no evento aislado. Reuniones mensuales crean hábitos; el retiro anual celebra los avances.
- Equipos de matrimonio a matrimonio. Los testimonios de sanidad inspiran más que una prédica magistral.
- Integración de profesionales. Consejeros, terapeutas y sexólogos aportan rigor y derriban tabúes.
Un llamado a la acción
Si su congregación todavía no tiene un ministerio similar, la experiencia de Palabras de Vida muestra que no se necesita un presupuesto millonario, sino visión pastoral, parejas dispuestas y una agenda constante.
En palabras del apóstol Pablo, “exhórtense unos a otros cada día” (Heb 3:13). Un café, una conversación honesta y la guía de la Palabra pueden ser el inicio de muchos matrimonios restaurados –y de comunidades enteras renaciendo en esperanza.
