La comunidad cristiana internacional ha recibido con pesar la noticia del fallecimiento del pastor John F. MacArthur, quien partió a la presencia del Señor el 14 de julio de 2025, a los 86 años de edad.
Reconocido por su incansable labor al frente de Grace Community Church en California durante más de cinco décadas, MacArthur deja tras de sí un legado profundo, marcado por una pasión inquebrantable por la predicación expositiva de las Escrituras y una firme defensa de la autoridad de la Biblia.
En un tiempo en el que muchas voces compiten por definir la fe, MacArthur eligió volver, una y otra vez, a la Palabra. Su estilo riguroso y metódico, basado en el estudio detallado del texto bíblico, ha formado a miles de pastores, líderes y creyentes alrededor del mundo.
Desde los púlpitos hasta las aulas del seminario que fundó —The Master’s Seminary— su influencia ha sido clave en el fortalecimiento doctrinal de muchas iglesias que buscan arraigarse en la fidelidad bíblica.
Aunque algunas de sus posturas generaron controversia, especialmente en lo relacionado con el ejercicio de dones espirituales o el papel de la mujer en el ministerio, MacArthur fue, ante todo, un hombre coherente con sus convicciones, dispuesto a sostenerlas con valentía y claridad.
Incluso quienes no compartieron todas sus posiciones teológicas, reconocen en él a un predicador apasionado, estudioso de las Escrituras y firme en su deseo de que la iglesia no pierda el rumbo frente a los desafíos del mundo contemporáneo.
Más allá de las diferencias, su vida nos deja una lección que trasciende toda discusión doctrinal: la urgencia de volver a la Biblia, de predicarla con integridad y de formar discípulos profundamente enraizados en la verdad.
Su voz resonó en millones de hogares a través del ministerio de radio Grace to You, y su Biblia de estudio MacArthur ha acompañado la devoción personal de generaciones enteras de creyentes.
Hoy damos gracias a Dios por su vida, por su ministerio y por el ejemplo de entrega que ofreció hasta el final. Acompañamos en oración a su familia, a su congregación y a todos aquellos que fueron edificados por su enseñanza.
Que la memoria de John MacArthur nos inspire a mantenernos fieles, no a un nombre ni a una corriente, sino a Aquel que es el centro de toda Escritura: Jesucristo, el Señor.
