Vivir para el Señor no es sólo ir a la iglesia los domingos o leer la Biblia de vez en cuando. Vivir para el Señor significa poner a Dios en el centro de todo lo que somos y hacemos. Es amarle con todo nuestro corazón, alma y mente, como dice Jesús en Mateo 22:37. Significa que nuestras decisiones, amistades, sueños y palabras reflejan a Cristo.
En un mundo lleno de distracciones, donde todo te invita a vivir sólo para ti mismo, ser joven y consagrarse a Dios es un acto valiente. Es decidir cada día: “Señor, hoy quiero honrarte con mi vida”.
¿Cómo mantener viva nuestra fe?
Mantener la fe viva requiere esfuerzo y disciplina espiritual, así como una planta necesita agua y sol para crecer. ¿Estás cuidando de tu relación con Dios todos los días?
Aquí algunas formas prácticas de mantener tu fe firme:
• Ora cada día: Habla con Dios como con tu mejor amigo. Cuéntale tus luchas, sueños, miedos y alegrías.
• Lee la Biblia: Allí encontrarás dirección, sabiduría y aliento para tu vida. Es la “comida espiritual” que tu alma necesita.
• Busca comunión con otros creyentes: Rodéate de amigos que amen a Dios y que te animen a seguirle.
• Adora y agradece: Aun en los días difíciles, alaba a Dios. Eso fortalecerá tu fe.
Recuerda: Una fe viva se alimenta cada día. No podemos esperar sentirnos cerca de Dios si no pasamos tiempo con Él.
¿Qué hacer cuando llegan las tentaciones?
Todos enfrentamos tentaciones, y como jóvenes, muchas veces la presión es fuerte para hacer lo que hace todo el mundo, buscar aceptación, o caer en lo que sabemos que no agrada a Dios.
Pero la Biblia dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” — Santiago 4:7
Cuando sientas la tentación:
• Ora en ese momento: Pídele fuerzas a Dios. Él promete ayudarte.
• Recuerda quién eres en Cristo: Eres hijo(a) amado(a) de Dios, no tienes que seguir el camino que lleva al pecado.
• Piensa en las consecuencias: ¿Eso que quieres hacer te acercará o alejará de Dios?
• Aléjate de las situaciones o personas que te llevan a pecar. No tengas miedo de decir “no” por amor a Dios.
Una vida que impacta
Vivir para el Señor no sólo te bendice a ti, sino que impacta a otros. Muchos jóvenes necesitan un ejemplo de fe genuina. Tú puedes ser luz en medio de la oscuridad. Cuando eliges obedecer a Dios, otros verán que sí es posible vivir diferente, vivir con propósito y paz.
Vivir para el Señor significa amarle sobre todo y decidir cada día seguirle con fidelidad. Aunque no siempre será fácil, Dios está contigo para darte fuerzas. Él recompensa a los que le buscan de todo corazón.
Así que ¡no tengas miedo de consagrar tu vida a Dios! Lo mejor que puedes hacer es vivir para Aquel que te amó primero y dio Su vida por ti.
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.” — 1 Timoteo 4:12
¿Estás listo para vivir para el Señor hoy?