InicioTeología y RevelaciónEl amor de dios es tan incomparable que arriesga todo por ti

El amor de dios es tan incomparable que arriesga todo por ti

Hay amores que nos conmueven, amores que nos marcan, y amores que nos salvan. Pero hay uno que está por encima de todos: el amor de Dios. 

Es un amor que no se mide por lógica humana, que no se rige por méritos ni condiciones, y que no teme arriesgarlo todo por encontrar a quien está perdido. Así lo revelan las palabras de Jesús en dos pasajes profundamente poderosos: Juan 3:16 y Lucas 15:3-7.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo…” Así comienza el versículo que probablemente más corazones ha tocado en la historia del cristianismo. Juan 3:16 no habla simplemente de un sentimiento, sino de una decisión radical. 

Dios no se limitó a enviar un mensaje, ni un profeta más. Envió a su propio Hijo. Lo envió a un mundo que muchas veces lo rechaza, lo olvida o lo ignora. 

Cuando el Padre envió a su hijo, lo hizo sabiendo que sería incomprendido, perseguido y crucificado. Y lo hizo por amor. Un amor osado, porque fue capaz de exponerse a la ingratitud humana. Un amor incomparable, porque fue capaz de entregarlo todo por personas que no podían devolverle nada a cambio.

Pero Jesús no sólo lo explicó con palabras, lo narró con parábolas. En Lucas 15:3-7, nos cuenta la historia del pastor que deja a sus 99 ovejas seguras para ir en busca de una sola que se ha perdido. 

Desde el punto de vista racional, podría parecer un riesgo innecesario. Pero el amor verdadero no calcula como un banquero. El corazón de Dios no descansa sabiendo que uno solo se ha extraviado. Esa oveja no es una estadística, es un hijo. Y cuando la encuentra, no la reprende, la carga con gozo y convoca una fiesta en el cielo.

¿Quién haría algo así? ¿Quién buscaría sin descanso a quien se ha alejado? ¿Quién perdonaría antes de que le pidieran perdón? ¿Quién moriría por alguien que lo ha negado? Sólo Dios. Sólo su amor puede ser tan incomprensible como transformador.

Hoy, más que nunca, necesitamos recordar que ese amor no es una idea abstracta, ni un consuelo piadoso. 

Es una realidad que se manifestó en la cruz, y que sigue alcanzando vidas, una a una.

Puede que tú seas esa oveja que se ha alejado. O puede que conozcas a alguien que lo está. 

Sea como sea, este es el mensaje: Dios no se cansa de buscar. Y cuando encuentra, celebra. Porque su amor no se basa en lo que merecemos, sino en quiénes somos para Él: sus hijos amados.

Esa es tu garantía. Esa es tu seguridad. No cabe la menor duda: Dios te ama. 

¿Estás dispuesto a dejarte encontrar por ese amor?

¿Estás dispuesto/dispuesta a amar como Él ama: sin cálculo, sin miedo, sin condiciones?

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Most Popular

Recent Comments