miércoles, abril 24, 2024
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En la reapertura de las iglesias, la salud es primero

Mientras algunas iglesias han tomado la decisión de no reiniciar las reuniones presenciales por ahora, sino hasta que disminuyan los riesgos de contagios, otras han convocado a su congregación a acudir a los salones de reunión tomando las medidas de seguridad que consideran pertinentes.

La pandemia no ha terminado, los especialistas han insistido en que podrían pasar muchos meses más o quizá años para poder afirmar que el coronavirus ha sido controlado. Los contagios continúan y en consecuencia los decesos también. 

El fin de la pandemia aún está lejos

En los próximos días el mundo habrá alcanzado diez millones de casos confirmados y medio millón de decesos por Covid-19, lo que indica que la pandemia está lejos de terminar, sin embargo el encierro al que tuvimos que someternos por más de tres largos meses sí parece concluir

El encierro tiene que terminar porque el mundo no puede estar paralizado, una economía inmóvil podría traer más tragedias que el propio coronavirus, la industria paralizada dejaría miles de millones de personas sumidas en la miseria y la lucha por la sobrevivencia traería millones de muertes, por eso todos los dirigentes de los países se han mostrado interesados en abrir las actividades productivas.

No podemos seguir encerrados

Casi es unánime la actitud de los dirigentes del mundo, tenemos que aprender a convivir con el virus, y eso significa que debemos incorporarnos a todas las actividades, pero tomando todas las medidas protocolarias de seguridad, medidas que no pueden ser improvisadas sino perfectamente estudiadas puesto que, cuando hablamos de volver a reunir fisicamente a las personas, en el contexto del coronavirus, hablamos de vidas humanas.

La distancia física de al menos 1.5 metros, el constante lavado de manos, el uso de cubrebocas y mascarillas, la limitación de acceso a espacios cerrados, la sanitización de los espacios y muebles comunes, el uso de tapetes para desinfectar en las entradas y la constitución de un comité de vigilancia del protocolo, son sólo algunas de las medidas generales que exigen los ministerios de salud de los gobiernos para proteger a los asistentes a salas y salones cerrados. 

Las alianzas de pastores podrían ser la opción

Si bien no existe un órgano que gobierne a todas las iglesias cristianas, ha habido organizaciones de alianzas de pastores, como es el caso de la Alianza Evangélica Costarricense, que han logrado un consenso en la elaboración de un protocolo de seguridad que aplica específicamente a las iglesias cristianas.

La mayoría de las iglesias son independientes y generalmente no tienen una autoridad humana que las regule, así que el único órgano, más que regulador, de consenso, son las alianzas de pastores, donde se espera que se logren acuerdos de protocolos de salud que protejan a las personas que están sedientas de congregarse físicamente.

Las organizaciones cristianas en este momento crítico tienen la responsabilidad de elaborar un protocolo que cuente con la asesoría de expertos en materia de salud y así evitar la improvisación de los pastores que podrían calcular sus propios protocolos de seguridad.

Resolver interrogantes

Las iglesias necesitan un reglamento que resuelva las siguientes interrogantes, no sólo para dar seguridad a la feligresía sino para garantizar su salud:

  • ¿Podrán asistir los adultos mayores a las reuniones?
  • ¿Cuántas personas tendrán acceso al local en virtud de sus metros cuadrados?
  • ¿Habrá toma de temperatura en el acceso?
  • ¿continuará habiendo imposición de manos?
  • ¿Podremos orar abrazados?
  • ¿A qué distancia de la primera fila predicará el pastor?
  • ¿A qué distancia de la feligresía se podrá realizar la ministración?
  • ¿Cómo será el proceso de recolección de la ofrenda?
  • ¿A qué distancia se colocarán los grupos de alabanza?
  • ¿Qué distancia habrá entre silla y silla?
  • ¿Qué tratamiento recibirán las personas vulnerables como las embarazadas o con enfermedades crónicas?
  • En qué orden se podrá entrar o salir para evitar conglomeraciones?
  • ¿Cuál será el reglamento para el uso de baños o sanitarios?
  • Considerando que al cantar la saliva puede alcanzar distancias de hasta 20 metros ¿Podremos cantar en el culto?
  • ¿Podremos danzar y mover libremente los brazos?
  • ¿Habrá moderación de actividades para evitar la transpiración?
  • ¿Cuál es el protocolo si se detecta a un hermano con síntomas de gripe o Covid-19?




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