Ser cristiano en medio de una comunidad tradicional indígena cerrada es una verdadera tortura e implica someterse a serios sacrificios por profesar la fe. A principios de esta semana, según informó el pastor Esdras Alonso González, cinco familias tzotziles cristianas fueron expulsados de su comunidad luego de que les destruyeron sus casas.
Los hechos ocurrieron en la comunidad Mitzitón, en el municipio de San Cristobal de las Casas, Chiapas, luego de que los cristianos se negaron a realizar actividades en torno a la iglesia católica y por no aportar dinero para las fiestas religiosas de la comunidad.
La comunidad Mitzitón lleva siglos apegada a la religión católica y nunca habían tenido presencia cristiana, sin embargo, al llegar los primeros evangelizadores a la comunidad y al presentarse las primeras conversiones, la vida de los evangélicos ha sido agredida por la intolerancia de la comunidad que no permite salirse de sus tradiciones.
En mayo del 2016, católicos tradicionalistas saquearon y destruyeron parcialmente 84 casas, donde moraban 350 tzotziles evangélicos, quienes tuvieron que abandonar la comunidad Mitzitón. Desde entonces, los cristianos han intentado una y otra vez regresar a sus casas ya que son la única propiedad que poseen, sin embargo, una y otra vez son expulsados.
Luego de un año de haber estado desarraigados, los evangélicos regresaron a sus casas e intentaron construir un templo para congregarse, pero nuevamente las autoridades comunitarias se los prohibieron porque, dicen, no corresponde a sus usos y costumbres. Luego al negarse a aportar cooperaciones para las fiestas de la comunidad, fueron agredidas las cinco familias de cristianos, que suman 30 personas, que nuevamente tendrán que emigrar a un sitio más seguro.
