La pandemia ha traído profundas incertidumbres en la sociedad. La pérdida de empleos, el aislamiento por la distancia social, las noticias del creciente número de casos con covid y sobre todo el doloroso número de muertes derivadas de la pandemia ha provocado un deterioro de la salud mental de humanidad.
Un estudio de Gallup demostró que si bien la sociedad en su conjunto se ha visto mentalmente deteriorada por los efectos de la pandemia, no fue ese el caso de la gente de fe que asiste al menos una vez a la semana a los servicios de su iglesia.
Para analizar el efecto de la pandemia en la salud mental, la empresa encuestadora Gallup realizó un estudio en la sociedad norteamericana, y detectó que se perciben con una salud mental deteriorada respecto al año anterior en que no había pandemia.
Según informe de Gallup en 2019 el 85% de los estadounidenses había calificado su salud mental como «buena o excelente», mientras que en 2020 sólo el 76% calificó su salud mental de esa manera.
Si se considera sólo la categoría de “excelente”, en 2019 el 43% se percibió en ella, pero en 2020 solamente el 34% se sintió en esa categoría.
Sin embargo, si en la encuesta se considera solamente a la población que tiene fe y que además asiste semanalmente al servicio de sus iglesias, el resultado se revierte notoriamente: en 2019 el 42% de la población que practica su fe se percibió con salud mental excelente, pero para 2020 el porcentaje creció a 46%.
No obstante, el estudio reveló que las personas que dicen tener fe pero no asisten al menos semanalmente al servicio en su iglesia, su salud mental se deterioró más que la de los que no tienen fe: Sólo el 35% de los que asisten a los servicios casi semanalmente o mensualmente en 2020 reportaron una excelente salud mental, 12 puntos porcentuales menos que el año pasado cuando no había pandemia.
La situación empeorará en la categoría de los que casi no asisten o no asisten nunca al servicio de su iglesia, aunque sí tienen fe. En 2020 el 29% informó una excelente salud mental, 13 puntos porcentuales menos que en 2019.
Para confirmar esta tendencia, los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos encontraron que 1 de cada 4 jóvenes estadounidenses pensaron en el suicidio en el 2020 en medio de una vida bajo encierro y niveles de aislamiento social sin precedentes