Congregarse con otros creyentes es el acto de es asistir a una iglesia con el propósito fundamental de adorar a Dios. Actualmente las Iglesias cuentan con varios formatos para congregarse, tales como: campañas, congresos, encuentros, cultos, escuelas dominicales, células etc.
Independientemente del formato y el nombre de la actividad, congregarse es importante porque el propósito del acto es adorar a Dios y escuchar un mensaje proveniente de la palabra de Dios.
Es importante destacar que el acto de congregarse no nos proporciona la salvación, pues somos salvos por el Sacrificio de Jesús en la cruz, pero cada vez que nos congregamos estamos obedeciendo al mandato divino de congregarnos (Hebreos 10:25): “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto ven que aquel día se acerca”.
Desde el Antiguo Testamento vemos varias referencias con respecto a la congregación (por ejemplo: Salmos 84:10; 122:1; 133:1) y de igual manera en el Nuevo Testamento (1 Corintios 1:10; Mateo 18:20; 1 Pedro 3:8; Romanos 12:16; Efesios 4:3). En la Biblia hay al menos 28 versículos que se refieren de forma específica a la congregación.
El pertenecer a una Iglesia local, ya sea micro, pequeña, mediana, grande o mega, no importa su tamaño ni las condiciones físicas del lugar de las reuniones, pero congregarte continuamente, te da una serie de beneficios relevantes como miembro del Cuerpo de Cristo y te ayuda significativamente en el desarrollo de tu vida cristiana.
Entre los beneficios inmediatos de congregarse es que recibes apoyo moral y espiritual, facilita tu consagración a Dios, te encontrarás con personas apartadas para adorar y agradar a Dios, además de que facilita nuestra participación en el Reino de Dios y su obra.
Éstos beneficios ya de por sí son suficientes para determinar por qué es importante congregarse, pero aún falta más, pues la lectura de la biblia en comunidad, las conferencias, los análisis bíblicos y las prédicas pastorales te proporcionan una perspectiva bíblica, es decir, facilitan que puedas comprender lo que está sucediendo en el mundo, en tu país, en tu ciudad, en tu comunidad y en tu familia, bajo una mirada bíblica.
Finalmente, en el libro de Hebreos encontramos que mediante la congregación podremos estimularnos y exhortarnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10, 24-25), nos permite tener un crecimiento en el discipulado cristiano y favorece el crecimiento de nuestra fe (Romanos 10:17), y nos ayuda en la santidad, a fin de que estemos preparados para la segunda venida de Cristo.
