El 19 aniversario de la tragedia ocurrida en Nueva York en que fueron derribadas las Torres Gemelas, recuerda a las víctimas de manera atípica por la presencia de la pandemia en el mundo, una severa crisis económica y una intensa lucha política.
El homenaje a las víctimas del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 se realiza en el contexto del temor de un nuevo salto en los casos con Covid-19 y las restricciones para aglomeraciones, por lo que el acto se realiza con solamente la presencia de los familiares de las víctimas.
Lo único que no cambia respecto a homenajes de años anteriores es el sonido de las campanas para cada uno de los ataques y los rayos de luz en el lugar de las Torres Gemelas.
Aquel 11 de septiembre fallecieron casi 3 mil personas y hoy se rinde un modesto homenaje a las víctimas en medio de la pandemia que azota al mundo, lo que provoca la poca asistencia por las restricciones a las aglomeraciones.
La pandemia ha provocado casi 24 mil muertes en Nueva York además de una severa crisis económica que ha distraído la atención de la población. Por otro lado, el 19 aniversario de la tragedia se da en el contexto de una intensa lucha política por las próximas elecciones presidenciales.
El 11 de septiembre de 2001 un ataque por parte de la red yihadista Al Qaeda con sede en Afganistán secuestró aviones comerciales para ser impactados en diferentes objetivos. Dos de esos aviones se impactaron en las emblemáticas torres del World Trade Center, causando la muerte de 2,996 personas, más de seis mil heridos y la desaparición de veinticuatro víctimas.
La filial de Al Qaeda en Siria fue silenciada en junio pasado por una fuerza rival; en Yemen cayó derrotada a manos de rebeldes poco después de perder a su líder en un ataque con drones de EE.UU.; y el jefe de la filial en el Norte de África murió en un ataque de Francia en Mali, en junio, y todavía no tiene reemplazo.
Por su parte, el dirigente de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ha estado inusualmente ausente, lo que da pie a la especulación de que puede estar muerto o incapacitado.