De la misma manera que a la menor provocación una persona no resiste la tentación de salir a la calle, los países europeos parecen comportarse de la misma manera. España e Italia tan pronto como han notado que el número de muertes diarias ha disminuido, ya están pensando en reiniciar las actividades aunque en forma gradual.
En las últimas 24 horas se han registrado en España 605 muertes, cifra que para México sería escandalosa en este momento, pero para España es la cifra de menor muertes en un solo día desde el 24 de marzo cuando fueron 514, lo que le ha dado pie a buscar un gradual levantamiento de las restricciones.
La economía del país ibérico ha estado prácticamente congelada desde el 27 de marzo, por lo que han decidido iniciar actividades de manera gradual, por ejemplo, los trabajadores de la manufactura, la construcción y otros servicios cuyos empleados no pueden trabajar desde casa, podrán volver a su centro de trabajo, pero siguiendo estrictas reglas de seguridad.
Los trabajadores de la construcción podrán volver a su trabajo siempre que este sea en construcciones nuevas, donde no hay habitantes, por lo que no podrán reanudar el trabajo en obras de reparación.
En Italia se autoriza a negocios que podrán reabrir entre los que están las papelerías, librerías y tiendas de ropa de bebés. Sin embargo el primer ministro Giuseppe Conte afirmó que el confinamiento general durará al menos hasta el próximo 3 de mayo.
Este domingo, Italia reportó 431 nuevas muertes, la cifra más baja en más de tres semanas, lo que probablemente influyó en el aligeramiento de las medidas de confinamiento.
En Dinamarca, país que fue de los primeros en imponer restricciones, ha comenzado a levantarlas y se informó que se están preparando para abrir escuelas y guarderías para menores 11 años, luego de que los centros educativos han estado cerrados por un mes.
A pesar de que las medidas que ha impuesto Dinamarca han sido menos estrictas que las que se impusieron en España e Italia, la Primera Ministra Mette Frederikssen ha preferido no ser muy apresurada en el levantamiento de las restricciones y afirmó que “Si abrimos Dinamarca demasiado pronto, corremos el riesgo de que las infecciones repunten rápidamente y tengamos que volver a cerrar”.
Austria, que acumula más de 350 muertes por coronavirus, anunció que las tiendas de menos de 400 metros, ferreterías y centros de jardinería reabrirán sus puertas, mientras que los centros comerciales y peluquerías deberán esperar hasta el 1 de mayo. Hoteles y restaurantes abrirán a mediados de mayo y los eventos públicos seguirán prohibidos hasta finales de junio.
Noruega abrirá sus guarderías el 20 de abril y las primarias una semana después. En Bulgaria ya abrieron los mercados de frutas y verduras. En República Checa ya funcionan normalmente las ferreterías y tiendas de bicicletas, a la vez que se han relajado las restricciones para las actividades recreativas al aire libre.
En Alemania la presión por volver a funcionar los negocios aumenta cada vez más al grado que la canciller Angela Merkel discutirá un plan de salida con los líderes regionales.
En Reino Unido, el ministro de Exteriores afirmó que es muy pronto para considerar el reinicio de actividades.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud hizo un llamado a no levantar aún las medidas de restricción al tiempo que advirtió sobre el peligro de suprimir las medidas de aislamiento demasiado rápido.
Ante todo esto queda la duda de si relajar las medidas de confinamiento son un buen signo de que se vislumbra el fin de la pandemia o se trata de un grave error de apresuramiento.
