Es tiempo de buscar y rendirnos a Jesucristo, dijo en redes sociales el presidente de la Confederación Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, el licenciado Arturo Farela, ante los hechos que han estremecido al país entero en los últimos días.
Entre los hechos más destacados que han convulcionado a la sociedad, destacan el aberrante asesinato de tres jóvenes en Jalisco, cuyos cuerpos fueron disueltos en ácido y el atropellamiento masivo en Canadá donde murieron al menos diez personas.
El Licenciado Arturo Farela, reaccionó con una reflexión en la que se pregunta ¿quien falló?, ¿cómo es que hemos llegado a tener esta sociedad con tan fuertes problemas?. O falló el Estado, o fallaron los padres de familia o fallaron los ministros de culto. En seguida él mismo da las respuestas.
Falló el Estado mexicano “porque en los años en que los niños y jóvenes van a la escuela, no se les enseñan principios y valores para ser buenos ciudadanos”.
Fallamos los padres de familia porque “no sembramos en el corazón de nuestros hijos el amor a la vida y el amor al prójimo”.
Y “fallamos los ministros de culto de las diferentes confesiones religiosas, al no tener la sabiduría y el amor para instruir a los niños con los dos grandes mandamientos: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” y Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Arturo Farela reconoce que la responsabilidad es compartida, pues “los jóvenes que cometen estos espantosos y repugnables crímenes, no son los únicos responsables de sus maldades”.
En seguida, el presidente de CONFRATERNICE hace un exhorto a las tres instancias de la sociedad para buscar tener una mejor sociedad: “Existe una corresponsabilidad entre los padres de familia, los ministros de culto y el Estado Mexicano, tenemos que cambiar de actitud todos, y dejar a un lado egoísmos, dedicando tiempo de calidad a nuestros hijos, congregantes o alumnos, para formar mejores ciudadanos, hijos de familia y congregantes”.
Concluye Arturo Farela su reflexión afirmando que “es el tiempo de buscar y rendirnos a Jesucristo, la fuente de amor y poder eterno, que siempre nos espera con los brazos abiertos. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16