En el argot popular las suegras son el parentesco que goza de menor prestigio. Los calificativos más comunes aplicados a la suegras es que son fastidiosas, regañonas, posesivas y metiches, entre otros adjetivos.
Hay que aclarar que el desprestigio de las suegras no es general ni mucho menos universal. Existen muchísimos casos en que la relación con la suegras es de muy buena amistad y respeto.
Para comprender por qué es tan importante la amistad y el respeto con la suegra debemos entender que la relación con los suegros en general y con las suegras en particular, no es independiente de la relación con el cónyuge.
Sería un error pensar que es posible amar al cónyuge pero no aceptar a la suegra, pues cualquiera que sea su personalidad, es la madre de nuestro esposo o nuestra esposa y rechazar a su madre es rechazar a uno de sus seres más queridos.
Sin duda para muchos será difícil encontrar cualidades en la personalidad de la suegra, ¿pero no es así en todos los casos para todas las personas? La diferencia es que en la suegra tenemos más prejuicios debido a que ella es la persona que más interés tiene en el bienestar de nuestro cónyuge después de nosotros.
Es difícil hablar del tema de la suegra sin referirnos a los estudios de Terri Apter, psicóloga de la universidad de Cambridge, Inglaterra, que realizó una investigación de veinte años para su libro «What Do You Want From Me?» (¿Qué quieres de mí?). En su estudio Apter observó que dos tercios de las nueras pensaban que la madre de su marido a menudo mostraba un amor maternal celoso y llegó a la conclusión de que más del 60 % de las mujeres describen como tensa y complicada la relación con la madre de sus parejas.
Del otro lado, el 55 % de las suegras confiesa experimentar incomodidad en presencia de sus nueras. Estos datos revelan el desafío de las relaciones familiares. Sin embargo, según los propios estudios de Apter el problema con las suegras no es tan real, pues descubrió que, si bien el 75% de las parejas decían tener problemas con un pariente político, sólo el 15% de las relaciones suegra/yerno se califican de tensas.
El estudio de Apter revela entonces que el conflicto con las suegras es más de prejuicios que real. ¿Qué hacer entonces para aliviar el conflicto con la suegras? Primero hay que comprender que en una actitud positiva necesitamos despojarnos de los prejuicios y debemos basarnos en la cita bíblica de Lucas 6:31: “traten a los demás como ustedes quieren ser tratados”.
Es importante llevarse lo mejor posible con la familia de origen del novio o esposo puesto que será inevitable que tengan que compartir momentos juntos y en ocasiones tendrás que recurrir a ellos por alguna necesidad.
Lo mejor es ganártela, y esto no lo lograrás evitándola sino conquistándola. Si de verdad amas a tu novio o a tu esposo entenderás que para él será muy grato verlas llevar una linda relación. No se trata de ser las mejores amigas, pero sí de llevar una relación cordial y armoniosa.
No esperes a que ella dé el primer paso, aunque si lo hace es genial; pero dá tú el primer paso y te sorprenderán los resultados. En la Biblia encontramos un maravilloso ejemplo del efecto que surge cuando la nuera toma la iniciativa de establecer una relación cercana con la suegra.
En el libro de Rut en el Antiguo Testamento, una vez que tanto Noemí como su nuera Rut han quedado viudas, y ambas sin hijos vivos, pues Rut no había concebido y los hijos de Noemí habían perdido la vida, ya no existe vínculo alguno que las obligue a ver la una por la otra. Es por eso que Noemí les pide a sus nueras que sigan su camino puesto que ya están liberadas del vínculo familiar con ella.
Si embargo Rut pronuncia una de las frases más icónicas y grandiosas en la biblia que muestran la solidaridad y declaración de amistad que puede tener una nuera para con su suegra: “No me ruegues que te deje y me aparte de ti, porque a dondequiera que tú vayas, iré yo, y dondequiera que vivas, ahí viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Dios y aun me añada, sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.
Esta historia termina con un final feliz y grandioso al grado que Rut, que originalmente era moabita, no sólo se adhiere al judaísmo sino que termina siendo la bisabuela del propio Rey David. Te invito a leer el pequeño libro de Ruth en la Biblia, es un hermoso libro del antiguo testamento que habla de la relación entre una suegra con su nuera, donde se refleja que la fidelidad y amabilidad se combinan perfectamente con los pequeños o grandes incidentes que pudieran suscitarse en el día a día de la relación entre las suegras y nuestra familia.