El gobierno de México tuvo que optar por preservar la vida antes que lograr el éxito en la detención de Ovidio Guzmán, uno de los delincuentes más importantes de nuestro país, pues de haber culminado su detención, los daños colaterales hubieran sido inmensos, declaró el canciller Marcelo Ebrard en entrevista a medios de comunicación.
El canciller mencionó que la Secretaría de Defenza hizo una rápida evaluación en el sitio, pues al descubrir el potencial en armamento con que cuenta la delincuencia, hubieran fallecido más de doscientas personas civiles en caso de continuar con el operativo, razón por la que se cancelò.
El canciller mencionó que el gobierno de México ha cancelado la política del daño colateral, según la cual no importa la cantidad de muertos que colateralmente fallezcan en un operativo mientras se logre el objetivo de captura de un delincuente, politica que estuvo vigente en gobiernos anteriores.
Entre los puntos centrales de la entrevista que el canciller concedió a medios de comunicación, está el hecho de que en el operativo se descubrió que la delincuencia organizada en esa entidad cuenta con armamento muy poderoso, armas de calibre 50, por ejemplo, capaz de penetrar tanto el cemento como cualquier vehículo blindado. De ahí se hicieron cálculos del daño colateral que implicaría continuar con el operativo, por lo que se decidió suspenderlo.
Esa demostración de poder de la delincuencia fue una lección de aprendizaje para las instituciones de defenza y combate a la delincuencia, dijo el canciller en su entrevista.
Mencionó también que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, recibió una llamada del Presidente de los Estados Unidos para manifestarle el apoyo del gobierno y pueblo de ese país a las decisiones que tomó el gobierno de México en los hechos de Culiacán.
Por su parte el Presidente Donald Trump se comprometió a congelar la entrada de armas a México así como el dinero con que operan las bandas delincuenciales, mientras que el gobierno de México en reciprocidad se comprometió a hacer lo propio con la droga que transita de México a Estados Unidos.
Lamentablemente en México muchos medios y líderes de opinión se apresuraron en su evaluación sobre lo ocurrido en Culiacán interpretando debilidad del gobierno de México, errores de cálculo y sobre todo, interpretar que pueden más los cárteles de la delincuencia organizada que el propio Gobierno, sin considerar que haber desplegado el poder de las fuerzas armadas para lograr el objetivo hubiera provocado cientos de muertes.