El candidato a la Presidencia de la República de Costa Rica, el diputado, periodista y cantante cristiano Fabricio Alvarado, ganó la primera ronda electoral celebrada el pasado domingo 4 de febrero de 2018.
La primera ronda efectuada de acuerdo al formato electoral costarricense, ha dejado fuera de la contienda a seis candidatos y ha dejado activos solamente a dos: a Fabricio Alvarado del Partido Restauración Nacional, y a Carlos Alvarado Quesada del socialdemócrata Partido Acción Ciudadana.
Según el formato electoral de Costa Rica, los aspirantes a la presidencia debían obtener al menos el 40% de los votos para no tener que ir a una segunda vuelta, sin embargo en la lucha electoral Fabricio Alvarado, a pesar de haber sido el ganador, solo obtuvo el 24.91% de los sufragios, apenas un poco más de 3 puntos porcentuales que su más cercano competidor Carlos Alvarado.
Las elecciones costarricenses tienen dos aspectos que hacen llamar la atención:
Primero que es la primera vez que los partidos tradicionales del país quedan fuera de la competencia, incluso uno de ellos, el Partido de Liberación Nacional, sufriendo su mayor derrota.
Segundo, la destacada participación del cantante cristiano Fabricio Alvarado quien para sorpresa de todos, se colocó en el primer lugar de las preferencias electorales.
La posición de Fabricio Alvarado en la primera ronda electoral da mucha esperanza no sólo al pueblo cristiano sino a la sociedad costarricense en general, por su postura en defensa de los valores familiares y de la vida.
En su discurso de celebración del primer lugar en la primera ronda electoral, Fabricio Alvarado expresó que este triunfo en las urnas ha dejado un mensaje a quienes gobiernan hasta ahora en el país: “Costa Rica hoy le ha dejado algo claro a los políticos tradicionales: Nunca más se metan con la familia, nunca más se metan con la vida, nunca más se metan con nuestros hijos”, destacando así lo que fue su principal tema de campaña: la defensa de la familia.
Las elecciones en el país centroamericano ha despertado muchas expectativas por la oportunidad de que un cristiano asuma el poder y muestre con su testimonio de vida el recate de los valores cristianos.
En su discurso de celebración el candidato cristiano también destacó: “Esta es la esperanza por recuperar la soberanía de la familia, en donde se gestan los valores de integridad, honestidad y transparencia”.
Las elecciones definitivas se realizarán el 1 de abril de 2018.