El Coronavirus aterrizó en América Latina el 26 de febrero de 2020 cuando Brasil confirmó el primer caso en Sao Paulo. A partir de ese momento los gobiernos de América Latina comenzaron a tomar medidas de prevención considerando que no había manera de evitar la propagación del Covid-19.
Hoy en día, América Latina es la región con más casos de coronavirus en el mundo, tiene el mayor número de muertes por Covid-19 y tiene el país con la mas alta tasa de mortalidad en el mundo por esa enfermedad.
América Latina tiene el 25.3% de los casos en el mundo (casi 11 millones de personas han contraído el coronavirus), el 34% de las muertes por Covid en el mundo se acumulan en esta región del continente americano y, por Covid, en Perú han fallecido 104 personas por cada 100 mil habitantes, la tasa más alta de mortalidad por coronavirus en el mundo.
Con un sistema sanitario que no estaba preparado para una crisis de salud de esta magnitud, con alta ocupación hospitalaria que en algunos casos ha llegado al límite de su capacidad, y una situación económica de la región más desigual del mundo, América Latina ha tenido que enfrentar la crisis sanitaria con las mas difíciles condiciones.
Sin embargo, en el panorama actual, y mientras no se haga presente y de manera masiva una vacuna anti-Covid-19, no parece que las cosas vayan a cambiar para este continente.
Si en Europa y América del Norte es prácticamente imposible implementar nuevamente un confinamiento para enfrentar los rebrotes de contagios, pues la economía ya se encuentra sumamente debilitada, en América Latina eso es impensable.
No hay que perder de vista que en Latinoamérica la economía informal y el desempleo son signos de alta presencia. En México por ejemplo, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, el desempleo este año puede llegar al 11.7%, lo que equivale a 6 millones de personas, y está en riesgo el 44% del empleo total, lo que puede afectar a 24 millones más.
Pensar entonces en medidas nuevamente estrictas y parar la economía, sería una medida suicida para la región. En este momento, la alternativa y solución a todo el problema es la aparición por fin de una vacuna que pueda aplicarse en forma masiva a toda la población.
Los gobiernos de esta región del continente han exhortado a la población de volver a las actividades productivas como la industria, el comercio y los servicios. Se está permitiendo nuevamente el acceso a los estadios de futbol no por la convicción de que la población necesita entretenimiento, sino porque la industria deportiva genera empleos y mueve la economía.
Veamos las cifras de casos de Covid-19 en los países de América Latina y el Caribe, que aunque frías, reflejan la gravedad de la situación en esta región del planeta.