El asesor de la Casa Blanca, el Dr. Anthony Fauci, comunicó a la OMS la intensión del gobierno de Joe Biden de revocar la Política de la Ciudad de México (llamada así por ser el nombre del lugar donde fue anunciada), la cual es una norma internacional que exige que organizaciones extranjeras que reciben asistencia estadounidense, certifiquen que no realizan las siguientes actividades:
- Brindar servicios de aborto,
- Asesorar a pacientes sobre la posibilidad de aborto o derivarlas para un aborto y
- Promover la liberalización de leyes de aborto.
«Será nuestra política apoyar la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos de mujeres y niñas en los Estados Unidos, así como a nivel mundial», dijo Fauci en una reunión de la junta ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud el jueves.
“Con ese fin, el presidente Biden revocará la Política de la Ciudad de México en los próximos días, como parte de su compromiso más amplio de proteger la salud de las mujeres y promover la igualdad de género en el hogar y en todo el mundo”, dijo Fauci.
Fauci se desempeña como asesor médico en jefe del presidente Joe Biden sobre COVID-19, además de su papel continuo como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID). Asistió a la reunión de la junta de la OMS en nombre de la administración de Biden-Harris.
La “Política de la Ciudad de México”, a la que sus enemigos llaman “Regla Mordaza Global”, se introdujo por primera vez en 1984 y se anunció en la Ciudad de México, lo cual explica su nombre. Tradicionalmente ha prohibido que la asistencia estadounidense en materia de planificación familiar vaya a ONG extranjeras que promueven o practican abortos.
Por lo general, uno de los primeros actos de un presidente recién juramentado es revocar o restablecer la Política de la Ciudad de México. Los presidentes demócratas han revocado la política, mientras que los presidentes republicanos, comenzando por Reagan, la han introducido o restablecido.
Los fondos de apoyo a ONG extranjeras se dispersa a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) que es la encargada de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior de carácter no militar. Es un organismo independiente aunque recibe directrices estratégicas del Departamento de Estado.