Ante el dolor, la angustia y la incertidumbre que ha provocado la pandemia, en el sur de México surgió una iniciativa: salir a la calle, con todas las medidas sanitarias, proclamando que la sangre de Cristo tiene poder.
Así, decenas de pastores comenzaron a recorrer en vehículos las calles de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, llevando la Palabra de Dios y un mensaje de paz y esperanza, postrándose en los hospitales para orar por los enfermos, y doblando rodillas en los palacios de gobierno para orar por las autoridades.
Inmediatamente descubren que en esta circunstancia de pandemia esa es la forma de orar y de evangelizar, con caravanas de vehículos, todos portando mensajes de paz, orando por los enfermos y por las autoridades, distribuyendo material evangelístico, como biblias, folletos y volantes.
Esta actividad se replica primero en todo el Estado de Chiapas, luego en Tabasco, Campeche e Hidalgo, hasta que Dios les da la visión de recorrer todo el país, a todos los estados de la república, llegando a cada municipio y a cada comunidad, recorriendo con vehículos que portan el mensaje de que la sangre de Cristo tiene poder.
En entrevista el pastor Pedro Pérez Pardo encargado de impulsar las caravanas de oración en Guanajuato, San Luis Potosí y Michoacán, acepta que estos estados son regiones en donde abunda el religiosismo y la idolatría, sin embargo, dada la situación de la pandemia, la gente no pregunta de qué religión se es, la gente te abraza sin conocerte pidiendo ayuda, la gente solicita que se ore por ella. Es gente pidiendo oración mostrando una enorme hambre de Dios.
En cada región, en cada municipio y en cada localidad, se han adherido más y más pastores y hermanos para engrosar las caravanas repartiendo material evangelístico, esforzándose por que la obra de Dios sea fortalecida, afirmada, perfeccionada y establecida para su gloria.
Las caravanas de oración por la paz, la salud y la vida recorren miles de kilómetros para llegar hasta el último rincón proclamando el Evangelio de Salvación, enfrentando desde un sol abrazador hasta las inclementes heladas del norte del país, a veces con lluvias torrenciales y a veces con el intenso calor del desierto, todo para proclamar que México ha sido comprado con la sangre de Cristo.
Las Caravanas de Oración comenzaron el 1 de febrero y concluirán con una concentración de caravanas de representantes de cada Estado del país en la Ciudad de México el 21 de marzo. El lugar aun está por confirmarse pero tentativamente será el Zócalo o el Monumento a la Revolución.