En una sociedad cada vez más polarizada por razones políticas, económicas, sociales y espirituales, las confrontaciones saltan por cualquier cosa, y las redes sociales en mucho han contribuido con la aparición de mensajes incendiarios que agitan a los usuarios de las diferentes plataformas.
En ese contexto, el talentoso autor, cineasta, pastor y genio de los negocios T.D. Jakes, está animando a los cristianos a usar la discreción al publicar en las redes sociales, haciendo énfasis en el poder del contenido que «arroja luz en lugar de generar calor».
“Cuando abordas un tema delicado en redes sociales, un tema controvertido, un tema sobre el que tienes una opinión, pero que quizá no hayas investigado suficientemente, creo que es mejor iniciar esa conversación con un amigo de confianza, y cuidar que cuando se haga una declaración, arroje luz en lugar de generar calor”, dijo T.D. Jakes, fundador de La Casa del Alfarero.
“Si pasa por esa prueba de fuego antes de escribir, le ahorrará mucho dolor y tal vez, en ciertos casos, finanzas, al intentar rectificar un barco que se ha desviado porque lo está exponiendo a millones y millones de personas en todo el mundo”, agregó en entrevista con The Christian Post.
Jakes lanzó recientemente su último libro No sueltes el micrófono, El poder de tus palabras puede cambiar el mundo. En él, el autor de bestsellers de The New York Times destaca por qué la comunicación eficaz que glorifica a Dios es más importante ahora que nunca, sobre todo porque todo el mundo tiene una plataforma gracias a las redes sociales.
T.D. Jakes, quien también se desempeña como director ejecutivo de TDJ Enterprises, que abarca películas, televisión, radio, publicaciones, podcasts y un sello de música galardonado, explicó que antes de crear una película o un documental, los creadores suelen ir antes a los grupos de estudio; “no simplemente arrojan ideas al dominio público».
Jakes agregó que las plataformas como Facebook, Twitter e Instagram son malos lugares para «iniciar una relación con otros grupos y entidades si no tienes el requisito previo de una relación personal real que te impulsa a compartir lo que has aprendido «.
“Es mejor decir lo que has aprendido o lo que te está pensando o lo que te estás preguntando en lugar de declararlo como un hecho y convertirse en una autoridad sin credenciales”, dijo.