En abril de 2020 el pastor inglés Joshua Sutcliffe fue arrestado por la policía metropolitana y multado por predicar en las calles de Londres. Este fin de semana ha sido exonerado de toda culpa.
La policía argumentó que el predicador se encontraba en la calle “sin justificación aparente”, a pesar que el detenido les explicó que es pastor y que la predicación es una necesidad esencial.
Luego de su arresto se inició un proceso legal de defensa del inculpado que duró 15 meses hasta que finalmente fue exonerado por los jueces este fin de semana. Un tribunal en Londres dictaminó que el predicador cristiano que fue multado y procesado por la policía por evangelizar durante el confinamiento no rompió las regulaciones ni hizo nada ilegal.
El Tribunal de Magistrados de Londres dictaminó que el pastor no es culpable ya que estaba en la calle y tenía una excusa razonable: “Encontramos al acusado inocente de todos los cargos. Encontramos que el acusado estaba afuera y que tenía una excusa razonable mientras viajaba a su lugar de trabajo, como líder de adoración”.
En entrevista, Joshua Sutcliffe dijo: «Me trataron como a un ciudadano de segunda clase, soy un ministro cristiano del Evangelio, que no hace mucho era una vocación atesorada y respetada en el Reino Unido».
Añadió: «Durante los momentos de necesidad, la gente necesita la esperanza del Evangelio del Señor Jesucristo. Eso es lo que hago regularmente, salgo a las calles y proclamo la esperanza y la verdad de la resurrección de Cristo. Estaba haciendo esto el Viernes Santo, uno de los días más importantes en el calendario cristiano para hacer esto».
Por su parte, Andrea Williams, directora ejecutiva del Christian Legal Centre, organismo que defendió legalmente al pastor, dijo “Los cristianos en el Reino Unido han sido objetivos fáciles para la policía durante la pandemia, mientras que otros grupos que se reúnen en cantidades significativas han sido favorecidos por la policía».