Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra. SALMOS. 44:25. En toda la historia bíblica no podemos encontrar un adorador igual que David. Un hombre que vivía de rodillas humillado delante del rey de reyes. David siendo rey siempre hacía la reverencia debida a él. Las personas al acercarse a este importante rey en Israel se postraban. Y siendo él mismo una autoridad real se postraba delante de Dios.
Algunos utilizan la rápida oración de Elías para declarar que no es necesario orar tanto. Pero se olvidan de que este hombre tenía una vida de oración y además de esto, él lo hacía en devoción y humillación delante del Señor.
Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas 1 Reyes 18: 42. En toda la biblia vemos hombres postrándose delante de Dios para orar. Hombres del campo como Abraham, Isaac, Lot, Job entre muchos otros. Hombres del palacio como Isaías, Ezequías, Salomón, etcétera. El mismo Señor Jesucristo, siendo Dios no tenia esta necesidad, pero como hombre se humilló en oración y adoración.
En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando Lc.6:12.
¿Si Jesús tenía una vida de oración y devoción, cuánto más nosotros lo debemos hacer? El libro de Juan capitulo 17, esta registrada toda una oración de Jesús por sus discípulos y por nosotros. Acá encontramos la oración intercesora.
Por eso debemos despojarnos del egoísmo en nuestras oraciones y no orar solamente por beneficios personales. Oremos por nuestra familia, amigos, hermanos en Cristo y también por los que nos odian.
No olvidemos que Jesús se postraba para orar, y aún con la hipocresía de los fariseos en su entorno él se humillaba en espíritu y en verdad delante del Padre.
Yendo un poco a delante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre… Mateo 26:39
Tenga conciencia de la importancia de la oración en nuestras vidas. Orar no es repetir decoradamente palabras sin valores reales. Orar es humillarse delante de Dios y buscar vivir su soberana voluntad.