Cientos de musulmanes atacaron las casas de los cristianos coptos a raíz de que un cristiano hizo un comentario en redes sociales que fue interpretado por los musulmanes como un insulto al Islam. Los hechos ocurrieron el 25 de noviembre en Barsha, en la gobernación de Minya, en el Alto Egipto.
Los asaltantes también intentaron atacar la iglesia de Abou Sefin, donde la congregación estaba celebrando el comienzo del ayuno. Un minibús perteneciente a la iglesia fue incendiado y varias casas y propiedades resultaron dañadas, aunque nadie resultó herido. La policía se desplegó rápidamente y arrestó a varios musulmanes y cristianos locales que participaron en enfrentamientos.
Después del ataque, Osama Al Qadi, gobernador de Minya, convocó a una reunión con los líderes de la aldea para aliviar las tensiones e instó al clero musulmán a promover la coexistencia y la tolerancia, según informó Christian Solidarity Worldwide, una ONG que trabaja en varios países para ayudar a las comunidades perseguidas.
Sin embargo, “A pesar de estos llamamientos, se siguen difundiendo proclamas a través de las redes sociales que fomentan el enfrentamiento entre musulmanes y cristianos coptos”, señaló Christian Solidarity Worldwide.
Según el grupo de vigilancia de la persecución cristiana Open Doors USA, Egipto es el decimosexto mayor perseguidor de cristianos en el mundo. “Muchos cristianos egipcios encuentran obstáculos sustanciales para vivir su fe”.
“En las zonas rurales del norte de Egipto, los cristianos han sido expulsados de sus comunidades y han sido objeto de la violencia de las turbas y de una intensa presión familiar y comunitaria. Esto es aún más pronunciado para los cristianos que provienen del Islam”, señaló Open Doors USA.
La violencia se produce en medio de un aumento significativo en el número de personas arrestadas por cargos relacionados con el desprecio de la religión y la blasfemia durante 2020.