Este sábado el gobierno estadounidense declaró “Zona de desastre mayor” al estado de Texas por las terribles tormentas que destruyeron la red eléctrica y dejaron sin energía a millones de personas.
Si bien la generación de energía eléctrica ya se ha restablecido en todas las plantas del estado, el problema ahora es enfrentar la caída de las líneas y la reconexión de los servicios para hacer llegar la energía eléctrica a los hogares, pues más de 195 mil hogares permanecían sin electricidad el viernes por la mañana, y los residentes de 160 de los 254 condados de Texas sufrieron interrupciones en el servicio de agua, según la Comisión de Calidad Ambiental de Texas.
Los sistemas públicos se encuentran colapsados, principalmente el de suministro de agua. Algunos hogares ya han comenzado a recibirla, pero el gobierno de Texas ha estado insistiendo en la necesidad de hervirla antes de consumirla.
El gobernador de Texas Greg Abbott informó que se han distribuido 1.7 millones de botellas de agua y que en este momento su prioridad restablecer la red eléctrica.
Texas ha sido el estado norteamericano más afectado por el temporal que ha causado al menos 59 muertos y un fuerte golpe a la economía de sus habitantes.
La declaratoria de “Zona de desastre mayor” implica que el gobierno federal destinará recursos para construcción o reparación de viviendas, préstamos con bajos intereses, y apoyos económicos para los individuos y propietarios de negocios con el fin de facilitar la recuperación económica.
La ola de frio persiste desde Dallas hasta Nueva York con tormentas de nieve en la costa este. El presidente Joe Biden está preparando un viaje a Texas para evaluar la respuesta federal a la primera nueva crisis que enfrenta desde que asumió el cargo hace un mes.