En un video difundido a través de redes sociales, el Dr. Armando Alducin analiza bíblicamente las causas y consecuencias del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
LA TIERA PERTENECE A ISRAEL
Alducin parte del hecho de que bíblicamente la tierra que hoy disputan israelíes y palestinos, pertenece a los judíos: Y apereció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido. Génesis 12, 7 Aquí “vemos claramente, de una manera inequívoca, que está promesa pertenece a los judíos”, dice el Dr, Alducin.
Los árabes demandan la propiedad del territorio, sin embargo encontramos nosotros en la Biblia que la promesa hecha clara y directamente a Abraham es de que la tierra es de Israel y le pertenece a los judíos, dice el Dr. Alducin.
PERO EL PACTO ES CONDICIONAL
Sin embargo, aclara Alducin, el pacto abrámico era de carácter condicional, es decir, si los judíos obedecían los mandamientos de Dios, ellos podrían gobernar y controlar la tierra prometida, no obstante podemos ver, a través de los siglos, que ellos se rebelan contra Dios, y se entregan a la idolatría, razón por la cual Dios ya no iba a guardar el mundo a través de Israel, sino que a través de los gentiles Dios iba a gobernar a Israel.
Por ello, 700 años antes de Cristo, afirma el Dr. Alducin, los asirios toman cautivos al reino del norte de Israel, cien años después los babilonios toman cautivos a los judíos del reino del sur, y es así que desde 600 años antes de Cristo y hasta nuestros días, los gentiles disputan el derecho de gobernar el territorio israelita. Los judíos fueron dispersados por todo el mundo y se consideran los lugartenientes de la tierra de Israel.
CONSECUENCIAS
Alducin, en su tercer punto aclara que desde hace 2,600 años Dios dejó de trabajar con Israel, por lo que los gentiles tomaron parte en los gobiernos de su territorio, sin embargo, en Zacarías capítulo 12 se encuentra profetizado que Jerusalén será liberado y regresará a los judíos.
Algunos fragmentos del capítulo 12 del libro de Zacarías dan razón de ello:
He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá en el sitio contra Jerusalén.
Y en aquél día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.
En aquél día, Dice Jehová heriré con pánico a todo caballo, y con locura al jinete; más sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera.
En aquél día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.
Estamos a punto de ver el cumplimiento de las profecías bíblicas: Armando Alducin
Desde la perspectiva de Alducin, esto explica por qué recientemente el presidente Trump ha declarado que la tierra israelita pertenece a los judíos y que Jerusalén es la capital de Israel. Pero ni los palestinos ni los árabes estarán de acuerdo en que la tierra sea de Israel, ni mucho menos que Jerusalén sea su capital, por lo que clara e inequívocamente se va a desatar una guerra.
Concluye el Dr. Alducin: “Estamos a punto de ver el cumplimiento de las profecías bíblicas y lo que se va a desatar en medio oriente por estas declaraciones, sin embargo tenemos que concluir que la tierra es de Israel, y que Jerusalén es su capital inequívoca e indiscutible”
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