Tal como se esperaba, la marcha de las organizaciones feministas a favor de la vida, reportó decenas de personas heridas. La marcha se realizó con el propósito de celebrar la acción global por la despenalización del aborto y en ella participaron alrededor de 1,800 mujeres, muchas de ellas encapuchadas.
Horas después del cierre de la marcha se informó que había por lo menos 24 mujeres policías lesionadas y atendidas por el Escuadrón de aréncate y Urgencias Médicas, además de cinco mujeres civiles y un hombre.
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La Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México informó que el número de participantes hasta el momento reportados en la marcha de este martes durante la acción global por la despenalización del aboryo fue de mil 800 mujeres, entre ellas, algunas encapuchadas.
Lo anterior fue declarado por el secretario Martí Batres al término de la participación de las mujeres.
Se espera que en lo próximos días la dependencia del Gobierno haga un reporte final de la marcha de este martes. Al momento se contabilizan 24 mujeres policías lesionadas y atendidas por el ERUM, así como con cinco mujeres civiles y cuatro hombres.
En este marco los colectivos de feministas señalaron que en el país, existen más de 200 mujeres presas por abortar debido a la aprobación de las leyes antiaborto. Sin embargo, aseguraron que más mujeres que han sido acusadas con la agravante de homicidio en razón de parentesco, pues estimaron que aproximadamente son 750 mujeres presas en esta condición, cumpliendo sentencias severas de hasta 30 años, aún cuando muchas de ellas sufrieron abortos espontáneos dadas sus condiciones de precariedad y de jornadas extenuantes de trabajo.
Al respecto, grupos cristianos han expuesto la necesidad de un debate abierto, libre de prejuicios, con las mujeres feministas con el fin de que comprendan que los cristianos no pretenden la encarcelación de las mujeres que abortan, sino fomentar una cultura de la vida, en donde se concienticen las mujeres y los hombres de que la vida humana comienza desde el momento de la concepción y que el estado debe garantizar el derecho a la vida digna tanto de la mujer embarazada como del bebé concebido.
El derecho a la vida digna de la mujer embarazada se origina en razón de que muchas mujeres se ven impulsadas a abortar por la presión de los padres del bebé concebido, los padres de las mujeres embarazadas y por instituciones educativas y laborales que dificultan él ejercicios de sus actividades en estado de embarazo.
