Una de las confesiones más alejadas de Cristo es la de la llamada “santa muerte” con la que se identifican sus fieles en el área de Tepito, un barrio peligroso de la Ciudad de México.
Este domingo 1 de noviembre el altar a la “santa muerte” fue visitado por alrededor de mil quinientos de sus fieles llevándole mariachis, bandas musicales, flores, cigarros, marihuana y alcohol.
Desde las 23 horas del sábado y hasta las 3 de la mañana del domingo se congregó una multitud en la calle de Alfarería para pedir que los proteja del Covid-19, aunque pocos traían cubrebocas y sin respetar la sana distancia.
Varios medios de comunicación dieron cuenta del acontecimiento pero ninguno pudo identificar los testimonios pues tuvieron miedo a represalias, y todos coinciden en que las fuerzas de seguridad pública no se acercaron al festejo “para evitar confrontaciones”.
Ya el domingo el altar de la “santa muerte” siguió recibiendo visitas de la gente que le llevaba veladoras, imágenes, flores y dulces. Algunos le cantaban las mañanitas, otros le llevaban puros y cigarros para “purificarla” y algunos le llevaron la imagen de Jesús Malverde, al que llaman “el santo de los narcotraficantes”
Niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, de todo había en el festejo de la que también llaman “niña blanca”, a la que festejan cada día primero de cada mes, pero el 1 de noviembre lo consideran su día mayor, aunque su día oficial es el 15 de agosto.
Un anónimo relató que todos los que creen en la “santa muerte” tienen un altar en su casa o en su centro de trabajo, adornado con flores de diferentes colores, sobresaliendo el amarillo, porque atraen el dinero.